Lo primero desplazarnos hasta Madrid, para al día siguiente empezar la aventura americana, dormimos en casa de Fernando y María Jesús, y con ellos nos fuimos por la mañana a la T4 de Barajas donde salimos con un vuelo de Ibera destino Boston.

La puerta de embarque estaba en el último sector y la última puerta (casi 40 minutos en llegar), en una zona que tienen para los vuelos a Estados Unidos, y para acceder a esta pasas otro control, aunque solo de las tarjetas de embarque.

El avión muy cómodo, en el mostrador de facturación se portaron  muy bien y nos dieron unos asientos en una fila de 3, pero solamente íbamos nosotros dos por lo que fuimos más anchos, el servicio a bordo muy bueno y la comida más que aceptable, el sistema de entretenimiento estaba de lujo y con un par de películas cuando nos dimos cuenta se habían pasado las casi 8 horas  de vuelo.

Al llegar lo primero el control de pasaportes, no había demasiada gente por lo que fue bastante rápido, la chica que no atendió hablaba castellano, así que menos problemas, las preguntitas de rigor y a buscar las maletas que ya estaban en la cinta y sin esperas a pasar el ultimo control, el de aduana, en este nada te recogen la hoja de declaración que rellenas en el avión y ya estás en la calle, el tiempo total del trámite 45 minutos, para ser Estados Unidos más que bien.

Al salir de la terminal hay una línea de autobús gratuita, (si si gratis), que te lleva hasta la ciudad, tardas 15 minutos en llegar hasta South Station, donde enlazas con el metro o como en nuestro caso con el commuter rail, una especie de cercanías, ahí ya compramos los billetes, y para sorpresa de Manoli, la chica de la taquilla era española, por lo que sin problemas cogimos el tren y nos bajamos una parada después.

Nos bajamos en la zona de Back Bay, y desde la estación con la ayuda del GPS del móvil en 3 minutos estábamos en el hotel, lloviznaba, y hacia bastante frío, como 7 u 8 grados, en el hotel sin problemas ninguno check in y a subir los trastos a la habitación, que no estaba mal, eso si contando que los hoteles en Boston son artículo de lujo, más de 200 euros la noche de hotel, y nada del otro jueves correcto, muy bien situado pero nada más, es de los lugares con las habitaciones de hotel más caros que hemos visitado.

Con el cambio horario (6 horas menos que en España), solo eran las 5 y media de la tarde, y a pesar que el tiempo no acompañaba demasiado salimos para aprovechar la tarde, y nos fuimos pasando hasta el barrio de Beacon Hill, suena muy bien pero la traducción (cerro del Tocino) no hace honor al lugar.

A pesar de que llovía a ratos y del frío que hacia fuimos disfrutando de la mezcla de la arquitectura de Boston, con una mezcla de rascacielos de cristal y edificaciones muy europeas de ladrillo de rojo en su mayoría…

Si quieres ver el resto del primer día en Boston usa el enlace que está a  continuación

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