Después de un vuelo de poco más de 7 horas, y sin haber pegado un ojo, llegamos a Heathrow, hora de Londres las 07 de la mañana, según nuestro cuerpo las 2 de la madrugada, y todo el día por delante para hacer las primeras visitas en Londres.
Lo primero coger el metro desde el aeropuerto y trasladarnos hasta nuestro hotel, para poder dejar las maletas, ya que el horario de entrada en los hoteles es demasiado tarde, en este caso las 2 de la tarde, y la habitación no iba a estar lista, pero por lo menos dejamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta.
En Londres el metro es bastante malo en comparación con otras ciudades, eso lo fuimos comprobando poco a poco, en el primer momento estaba bien ya que llegaba hasta el mismo aeropuerto, y sin ningún transbordo nos dejaba muy cerca del hotel, pero los vagones súper estrechos, y muy llenos de gente lo hacían incomodo, y más con las 23 paradas que teníamos.
En el hotel dejamos las maletas y nos marchamos a dar un paseo, y lo primero que teníamos que hacer era recoger nuestras London Pass, son unas tarjetas que te dan acceso a los monumentos más importantes de Londres, existen también en otras ciudades, y la compras por días, en nuestro caso las cogimos por dos días, más que suficiente para lo que queríamos visitar en Londres, te las envían a casa o la recoges tú a la llegada a Londres que era nuestro caso.
Con las tarjetas te entregan una práctica guía de los monumentos que se pueden visitar, su horario y su ubicación, el plazo empieza a contar desde el momento que se activan por lo que nosotros las activaríamos al día siguiente que sería completo para las visitas. El lugar de recogida está muy cerca de la famosa plaza Trafalgar Square, por lo que fue lo primero que visitamos.
Después de ver sus fuentes, sus leones y el monumento a Nelson, seguimos paseando por el centro de la ciudad con sus típicas estampas de autobuses rojos de doble piso y sus cabinas.
Para poder ver el resto de las visitas de los primeros días en Londres pulsa el enlace 11-londres-1-y-2