PUERTO MADRYN

Si bien la ciudad de Puerto Madryn es un destino turístico de verano, nosotros hemos visitado esta ciudad por otros atractivos, la Península de Valdés, y la pingüinera de Punta Tombo.

La península Valdés es un accidente costero sobre el mar Argentino, en la provincia del Chubut, Argentina. Actualmente es parte de los nueve Patrimonios de la Humanidad declarado por la Unesco en Argentina. Presenta una porción de tierra de contorno casi cuadrangular unida al continente por el istmo Carlos Ameghino.

Península Valdés recibe la mayor población reproductora de ballenas francas australes, con más de 2000 catalogadas por el Whale Conservation Institute y el Ocean Alliance. La región contiene seis reservas naturales, y está considerada uno de los principales y más importantes destinos de avistamiento de ballenas en el planeta, particularmente alrededor de Puerto Pirámides y la ciudad de Puerto Madryn. Además se avistan orcas, toninas Overas, pingüinos, elefantes marinos y gran variedad de aves, entre otros.

Punta Tombo es una reserva de fauna en la costa atlántica de la provincia del Chubut, en la República Argentina, y una de las principales y más numerosas colonias continentales de cría del Pingüino de Magallanes, ubicada a 100 km al sur del valle inferior del río Chubut, donde se encuentran las ciudades de Rawson y Trelew.

Fue creada por un decreto de 1972 con la categoría de reserva natural turística; en 1985, una nueva ley la designó reserva faunística provincial y reafirmó el objetivo inicial de proteger una de las colonias más numerosas de pingüinos de Magallanes, así como la nutrida colonia de aves que forman parte del ecosistema costero.

Punta Tombo es una estrecha franja pedregosa de 3 km de largo por 600 m de ancho que se adentra en el Océano Atlántico. El pronunciado accidente geográfico se ha originado en un afloramiento de roca cristalina, de origen pre jurásico, que ha resistido la erosión marina. Sobre este sustrato, zonas de canto rodado, y —fundamentalmente— amplias áreas de arena muy fina y compactada, resultan ideales para que los pingüinos excaven sus nidos.

Vastas zonas del suelo están literalmente «minadas» de cuevas de poca profundidad, donde los pingüinos año a año ponen sus huevos y crían a los pichones. La pendiente suave de estas playas, facilita asimismo el desplazamiento terrestre de las aves, que varias veces al día efectúan el trayecto entre los nidos y el mar para alimentarse.

Los pingüinos, si bien alertas a la intromisión humana, no se asustan ni abandonan sus nidos, por lo que la interacción es muy directa. Para evitar accidentes y perjuicios a los animales, desde la conformación de la reserva se han construido pasarelas que permiten circular a los visitantes sin peligro de derrumbar a su paso las cuevas.

Con algunas variaciones según la temporada, se ha contabilizado en Punta Tombo la presencia de más de 1.000.000 de ejemplares de pingüinos de Magallanes, lo que la convierte en la mayor pingüinera continental de esta especie.

Visita con nosotros a la ballena Austral y al Pingüino de Magallanes pulsando la imagen.

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